
Marcos Ana: Fent Memòria
Miquel Àngel Sòria, camarada del Vallès, professor de secundària de llengua i literatura castellana jubilat, apassionat de la literatura i la música i amic de la Fundació. Ens porta un article recordant a Marcos Ana pel centenar aniversari del seu naixement i relacionant-lo amb l’actualitat política de Catalunya.
El 20 de gener, si el cos li hagués aguantat, Marcos Ana hauria fet els cent anys.Cent anys sempre que comptabilitzéssim, com a viscuts, els vint-i-tres que va passar a la presó i que deixa reflectits ─”Si salgo algún día a la vida…”─ en aquest poema.
MI CASA Y MI CORAZÓN (sueño de libertad)
Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
la luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.
Marcos Ana, un poeta en el que el “nosaltres” substituïa al “jo”, amb el que comportava de solidaritat, de vida en comú ─molt necessària a la presó─, de lluita pels ideals… que el porten, al sortir de la presó de Burgos, a passar clandestinament la frontera amb França i convertir-se en un ambaixador dels seus camarades encara tancats. Així, viatjarà per tot el món demanant el suport per la consecució de l’amnistia.
ROMANCE DE LA AMNISTÍA
¡Qué duro es morir clavado
en el muro de agonía,
ir quemándose las plantas
sobre losas de cal fría,
sentir granada la sangre
─trigo rojo sin espigas─
y un portazo de recintos
siempre contra las pupilas!
Que salga el preso, que beba
la luz y el aire su herida,
que sus pies toquen el campo
donde los pinos respiran,
que recorra las veredas
─río abajo, monte arriba─
que sus manos sientan hombros
clamorosos de alegrías
y sus labios, fresca hierba
de cabelleras floridas;
que al salir lea en las torres
la palabra siempre viva
de su libertad grabada
y en los árboles escrita;
que los montes, que los ríos,
que toda esta geografía
de tierra indomable sea
una pancarta extendida,
una sola voz gritando
sobre la mar: ¡amnistía!
¡Las puertas de par en par!
¡Los presos fuera: a la vida!
¡Que les devuelvan sus alas
que las sombras asesinan!
¡Basta de cadenas, basta!
¡Que España entera lo diga!
¡Contra los muros los “vientos
del pueblo” por la amnistía!
Jo tinc molt clar on estaria en aquests moments, si visqués, Marcos Ana. Allà on hi hagués qualsevol víctima de la injustícia, de la ignomínia… Allà on no es respectés la dignitat de l’ésser humà. Cridant davant algunes presons catalanes.
YO DENUNCIO
Yo no pido clemencia. Yo no pido
con un hilo de voz descolorida
perdón para la vida que me deben.
Odio la voz delgada que se postra
y el corazón que llora de rodillas
y esas frentes vertidas en el polvo,
hecha añicos la luz del pensamiento.
Yo no pido clemencia. Yo no junto
las manos temblorosas en un ruego.
Arden bosques de orgullo en mi palabra
cuando exigen ─sin llanto─ que las puertas
de la venganza oscura se derriben
y a los hombres descuelguen de sus cruces.
Yo no pido clemencia. Yo denuncio
al dictador cadáver que gobierna
la vida de los hombres con un hacha
y ahora quiere dejar para escarmiento
mi cabeza cortada en una pica.
Yo no pido clemencia.
Doy banderas.
Pase de mano en mano el golpeado
corazón de mi pueblo prisionero.
Per a complementar, us deixo l’enllaç d’un article d’Isaac Rosa a la mort del poeta.